Degustaciones de Garaje. Decálogo

Degustaciones de Garaje
Podríamos referirnos a este tipo de eventos como“Catas de Garaje”. No obstante, ¿qué es lo que determina que a un evento relacionado con el vino lo denominemos así?
-        Lo primero y más importante, ganas de beber vino y probar nuevas referencias.
-        Lo segundo, un poco de improvisación. Tiempo y lugar son importantes, pero no determinantes. Lo mismo ocurre con el maridaje, ¿Por qué no experimentar?
-        En tercer término, debemos disponer de una serie de vinos de pequeños productores, algunos literalmente producidos en bodegas que se  asemejan más a garajes. En todo caso, vinos poco comunes.
-        Un espacio poco convencional donde llevar a cabo la degustación.
-        Y por último, buen humor, ganas de charlar e intercambiar opiniones de un modo honesto.
Según este decálogo que acabamos de desarrollar, eso ocurrió en la Artesa, el pasado martes 20 de mayo de 2014.
En la trastienda de esa exquisita tienda de Delicatessen gestionada por Luís tuvo lugar la segunda “Degustación de Garaje” a la que asistieron además: Begoña, Cruz, Ángel, y yo mismo, Isaac.

Se degustaron tres vinos acompañados de exquisitas viandas como cecina o una empanada de atún; además de una selección de quesos de cabra maridados con diversas mermeladas artesanales (setas, arándanos…).
Fulcro 2011, un Rías Baixas  de Salnés, fermentado en barrica. Con una producción de 600 botellas, muy difícil de encontrar. Un vino con un color muy límpido, muy equilibrado entre todos sus matices frutales y la barrica muy integrada; con un punto de salinidad y acidez final que lo hace muy fresco.
Guímaro, un Ribeira Sacra de 2013. Sin crianza en barrica, el poderío de la mencía de esta zona acompañada de otras variedades autóctonas que le aportan otros aromas y sabores. De tonalidades muy púrpuras, aromas de frutos del bosque, pero también de laurel y en cierta medida hay presencia de las diferentes especies vegetales que componen el bosque atlántico. Balsámico y mineral a la vez.
Para terminar un vino del Bierzo, Gancedo. Un mencía de color cubierto, con unos 8 meses de crianza en barrica, y que muestra ese vigor propio de los mencía, muy frutal, con acidez y barrica muy integrados, un vino sabroso, muy mineral.

Una degustación que encantó a todos los presentes, y que ya se piensa en organizar otra, aunque debido a su carácter improvisado, no hay una fecha determinada. 

Luís, Ángel, Begoña, y yo mismo, en Artesa, tienda de delicatessen, León





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