Bodegas Gancedo
En esta
ocasión nuestro viaje nos lleva de nuevo al corazón del Bierzo. Visitamos una
bodega que poco a poco se ha hecho un sinónimo de calidad a la hora de elaborar
sus vinos, se trata de Bodegas Gancedo, ubicada en la población leonesa de Quilós.
Gervolesa, (destinada
a Mencía), Lamas de Picón, en fuerte pendiente, y que surge en el claro de un
bosque (Godello, Doña Blanca, algo de Mencía y de Garnacha), los Almendros (que
alberga cepas centenarias en vaso), San Miguel a 700-740 metros de altura con
pendientes del 25% (Mencía), o Ucedo, que da nombre al vino que se extrae de la
parcela, son algunos de los pagos más emblemáticos de la bodega.
Las uvas
Godello y Doña Blanca se emplean para elaborar blancos. Mientras que el rosado
y los tintos se elaboran con Mencía, la uva tinta por excelencia del Bierzo y
que tan prometedores resultados está ofreciendo.
El Capricho, Val de Paxariñas, es un vino
blanco joven elaborado con Godello y Doña Blanca, de gran frescura y
frutalidad; vino al que dedicamos
una entrada aparte. También blanco
es Herencia del Capricho, este
último un vino blanco fermentado y criado sobre sus propias lías durante 13
meses, reposa en barrica nueva de roble francés casi sin tostar. Como
curiosidad se le somete a maceración pelicular en frío durante 12 horas
previamente al prensado. Frutal, pero también un vino muy mineral, con cuerpo,
y con una acidez muy marcada pero perfectamente integrada, lo que le
proporciona frescor y longevidad.
Capricho, Val de Paxariñas, es también la marca elegida para un
vino rosado. De color rosa pálido, piel de cebolla, muy a la moda actual; se
elabora a partir de viñedos de 30 años de antigüedad en espaldera. Pasa tan
solo 24 horas en contacto con la piel, para adquirir su color tan delicado. Es
un vino muy aromático, con aromas que evocan fresas y rosas. En boca destaca
por su frescor, con un cierto dulzor que recuerda al caramelo, y se equilibra
con su acidez. Un rosado con chispa. Decir que elaborar rosados con mencía no
es algo muy común, y que son pocas las bodegas que se atreven con ello, y además,
desde hace muy pocos años.
Gancedo, quizás su vino más comercial. Se
elabora a partir de viñedos de 60 años. Tras
vinificar en depósitos de acero inoxidable, reposa durante 6-8 meses en
barricas de roble francés. Es un vino de color cereza oscuro, con una nariz que
recuerda a frutos del bosque y con toques de torrefactos. Fresco, estructurado
en boca, equilibrado, es un vino fácil de beber, ideal para combinar con una
gran variedad de platos, e incluso para beber solo.
Xestal es un vino de crianza de 12 meses,
pero con un excelente comportamiento en botella. Elaborado a base de uva Mencía de viñedo viejo, (60-80
años de antigüedad), presenta un excelente acabado. A él dedicaremos una
entrada especial.
Ucedo, es la gama alta de la bodega, vino
que no siempre sale al mercado, dependiendo de la calidad de la añada. Su
producción está en torno a las 3.000 botellas. Este vino procede de tres
pequeñas parcelas del paraje
conocido como Ucedo: la Gervolesa, Los Almendros y Lamas de Picón. Los viñedos
tienen más de 80 años, e incluso algunos son centenarios.
Elaborado con
mucho mimo, se busca la menor intervención posible. Fermenta en depósitos de
acero inoxidable, y 12 meses en barrica nueva de roble francés. Su peculiaridad
radica en que pasa en bodega entre 7 y 8 años, buscando el momento óptimo para
sacarlo al mercado. El resultado es según reza su nota de cata en bodega “un
vino de color cereza opaco. Aroma: potente, mineral, pizarra, fruta negra
silvestre además de alguna especia, y regaliz. En boca: concentrado, graso,
potente, taninos dulces, confitura, muy persistente y equilibrado.”
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